(Artículo revisado)
Vuelvo a tratar uno de los temas que más consultas suscitan
en la atención psicológica, de mi trabajo en mi clínica. Me refiero a los
problemas que se presentan en la pareja. Para ello es preciso aclarar algunos
términos de uso habitual.
¿Qué es una pareja? Naturalmente no puedo contestar a todo lo
que representa este término para cada uno, pero señalaré algunas cuestiones de
base. Primero que en todo tipo de parejas, lo más importante es que exista un
amor verdadero. Además, tendrá que tener buenas dosis de confianza, fidelidad,
comunicación, etc. También la concibo como algo dinámico, siempre en
construcción, en el que exista un trabajo en común, que vaya conformando un
nosotros en el que el yo se diluya y pase a un segundo plano.
Quiero también resaltar dos cuestiones en este camino
abierto, desde cierta fascinación por el otro y el deseo continuo, más allá de
lo sexual. Servirían como dos guías, una positiva y otra negativa a tener en
cuenta. La primera se trata precisamente de mantener el deseo, manteniendo
cierta distancia con el otro, para evitar siempre la monotonía, lo cotidiano
excesivo.
La segunda cuestión tiene que ver con el tratar de prescindir
del reproche, que es el gran causante de muchas desavenencias conyugales. Las
cosas se pueden decir pero evitando el reproche. Este tiene que ver con la
confrontación con el ideal de pareja, cuando no corresponde a nuestras
expectativas.
Conflicto o crisis. El conflicto entre dos sujetos se da cuando existen
intereses contrapuestos que entran en confrontación. Situación que planea una
solución, sin que ninguno pierda demasiado, esto es importante ya que cuando se
dirime el conflicto, siempre se produce cierta pérdida de lo que se demandaba.
Por eso resulta básico que éstas pérdidas no sean excesivas, para que no se
cree una conciencia de sujeto perdedor, en la relación. Porque estas constantes
pequeñas pérdidas pueden conducir a una crisis más seria.
Crisis. Tomando la definición de la wikipedia, nos encontramos con una
definición que habla de una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una
realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución. La definición es
interesante porque introduce el aspecto principal, de cambio temporal, en
el sentido de evolución.
Crisis en la pareja o de pareja. Esta diferenciación nos lleva a
tratar de identificar la crisis. Las crisis de pareja enfocan hacia la propia
línea de flotación de la pareja, y es necesario resolverlas para que no entre
agua en el barco común. Yo las llamaría crisis endógenas. Las que se dan en el
entorno, o crisis exógenas, son más fáciles de tratar, porque tienen que ver
con el exterior del barco, y entonces son más abordables y además consiguen un
efecto muy positivo, puesto que sirven para reforzar a la pareja. Nos referimos
a las relacionadas con el trabajo, los hijos, el dinero, etc. Para todas ellas
siempre propongo un buen análisis de la situación, utilizando una herramienta básica
y complicada: la empatía. Sabiéndola utilizar el
resultado será mucho más completo, porque podremos ver los dos lados del
problema.
Crisis un peligro y una oportunidad. Según el Dr. Rojas Marcos en
caligrafía china la palabra Crisis, se escribe uniendo los símbolos de peligro
y oportunidad, ya que la crisis implica ambas cosas: el peligro de la ruptura y
la oportunidad de recomenzar algo que no queremos dejar que acabe. Por otra
parte está también de acuerdo con que las crisis suponen madurez, siempre que
se afronten con seriedad y responsabilidad. Sería como un tallo de bambú, en el
que las sucesivas crisis coinciden con los nudos del propio tallo. Metáfora
bonita que he leído en alguna parte. Además también hay que hacer notar
que las raíces del bambú también son muy fuertes.
Por último, antes de pasar a las causas principales de las crisis, que abordaré en otra publicación, quiero volver a recomendar que tratemos de dar la mejor solución a las mismas, puesto que aunque se olviden en un momento, resurgen desde el inconsciente cuando exista algo que se relacione con el conflicto pasado, o con el cuestionamiento hacia el otro. Para ello es mejor consultar a un psicólogo especialista, para que el problema no se haga crónico.
Por último, antes de pasar a las causas principales de las crisis, que abordaré en otra publicación, quiero volver a recomendar que tratemos de dar la mejor solución a las mismas, puesto que aunque se olviden en un momento, resurgen desde el inconsciente cuando exista algo que se relacione con el conflicto pasado, o con el cuestionamiento hacia el otro. Para ello es mejor consultar a un psicólogo especialista, para que el problema no se haga crónico.